Afligido y lastimado el pecho guarda silencio,
Bajo un oscuro manto de estrellas inconsolable se lamenta,
Estoico y valiente soporta el cruel castigo,
Renuente y resignado acepta su perdida.
Incapaz de expresar tan terrible y atroz lamento
Se refugia en la soledad de estas tristes letras.
Indefenso ante la tiranía de este cruel destino
Entiende su lugar y con pena lo contempla.
Mojado ante el profuso diluvio de su mirada
Intenta lavar la tristeza y agonía de su alma.
Cansado y extenuado aun sigue firme en su marcha,
Voluntad de acero y piedra cual inquebrantable centinela.
Amenazante y aguerrido emite un sonoro grito,
Desafíante y enloquecido aun malherido la reta.
Aunque a Cenizas y polvo reducido sea en el camino
En Infinita lealtad no fallara a su promesa…
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